publicidad

Iguazú,... espectáculo y frontera

CATARATAS DEL IGUAZÚ

Las Cataratas del Iguazú representan uno de los destinos turísticos más visitados de Sudamérica. Cerca de 2 millones de personas llegan cada año desde todas partes del mundo para conocer uno de los monumentos naturales más espectaculares e impactantes.



Si bien las Cataratas corresponden a Argentina, este destino es compartido con Brasil ya que el Parque Nacional Iguazú se extiende en los dos países y las vistas de los saltos de agua de las Cataratas se observan desde ambos lados.



Los puntos de acceso a las Cataratas son las ciudades de Foz do Iguaçu -en Brasil- y Puerto Iguazú -en Argentina-. Con una infraestructura mucho mayor en alojamiento, restaurantes y servicios comerciales, Foz es la que recibe a la mayoría de los turistas. Pero los visitantes concurren a ambos Parques en igual medida por una causa fundamental: el espectáculo es tan maravilloso y la vivencia diferente en ambos lados, que vale la pena recorrer los pocos kilómetros que los separan y realizar el -a veces- tedioso trámite aduanero. Los extranjeros deben tener presente que transitar entre ambos países implica llevar consigo la documentación correspondiente: visitantes de algunas nacionalidades necesitan VISA en un país y en otro no.



El acceso a las Cataratas argentinas se realiza a través del Centro de Visitantes, donde se abona US$ 3 por persona con derecho al Ingreso, los dos recorridos del Tren y el bote que cruza a la Isla San Martín. Hasta el Centro se llega en auto o con el bus que transita cada 45´desde el Hito Tres Fronteras, la Terminal de Ómnibus y la Ruta Nro. 12, con un precio de algo menos de US$ 1 por persona. En el acceso pueden contratarse guías bilingües para realizar el recorrido, pero también puedes hacerlo por propia cuenta.

El primer tramo posee patio de comidas, tiendas de souvenirs, un anfiteatro y un espacio dedicado al conocimiento del ecosistema del parque y de la cultura humana que ha interactuado con el mismo a lo largo de la historia. Los comentarios de cada panel están realizados solamente en español.



Luego de recorrer unos 400 mt. se encuentra la Estación Central desde donde parte el tren que lleva a la Estación Cataratas, en el primer tramo. Otra opción, para quienes quieran comenzar el contacto directo con la naturaleza, es realizar este tramo caminando unos 20´-sin dificultad alguna- por el Sendero Verde.



Desde la Estación Cataratas comienza el recorrido hacia el Circuito Superior. Durante una hora se camina por la pasarela -1200 mt. sin dificultad ni escaleras- que se interna por la selva, cruza arroyos y repentinamente aparecen las primeras vistas de saltos de agua. Aquí ya es un espectáculo maravilloso, pero, recién comienza.

Desde algunos miradores las vistas son de frente a los saltos y hacia el final del recorrido desde arriba de los mismos. Enfrente, en color rosado, se ve el Hotel Tropical das Cataratas en tierra brasilera.



El Circuito Inferior tiene mayor dificultad que el anterior, ya que contiene escaleras. Aquí también se camina por la selva en el primer tramo, cruzando arroyos y simpáticos coatíes necesitados de mantener su privacidad sin ser molestados, y hacia la mitad del recorrido comienzan a aparecer los primeros saltos de agua. En este caso todos son vistos desde abajo. Al final de la pasarela está el bello Salto Bosetti: en el extremo del balcón la proximidad de tanto caudal de agua cayendo con toda su fuerza hace que los visitantes terminen mojados e impactados.



Para quienes no tengan dificultades físicas, el trayecto continúa por escaleras de pronunciada pendiente hasta tomar el bote que cruza a la Isla San Martín. Después de un ascenso algo cansador en ambos lados de la Isla hay balcones que ofrecen otra perspectiva de los saltos vistos desde arriba en el Circuito Superior.



Una experiencia vibrante puede vivirse participando de la Aventura Náutica que, mediante gomones, hace que nos encontremos debajo de la Garganta del Diablo con un bautismo entre la bruma que deja la fascinante caída de agua de 70 mts.



Regresando, después de la subida por escaleras, es el momento ideal para tomar un descanso, comer y beber en alguno de los bares, antes de emprender el tramo final.



Desde la Estación Cataratas parte la segunda fase del tren hasta la Estación Garganta del Diablo. Allí también hay bar y sanitarios. Este recorrido no presenta dificultad ya que no cuenta con escaleras, va cruzando diferentes brazos del Río Iguazú Superior por medio de abundante vegetación y varias aves -entre ellas lindísimos tucanes- hasta llegar al salto más espectacular: la Garganta del Diablo. Varias ramificaciones del río confluyen en un gigantesco pozo, lo cual provoca una caída violenta de gran caudal de agua. La observación desde el balcón implica necesariamente que los maravillados visitantes culminen completamente mojados: por ello es recomendable llevar ropa de lluvia a menos que se prefiera paliar un día muy caluroso con un baño en las Cataratas del Iguazú. Enfrente se observan las instalaciones del sector brasilero del Parque.



El recorrido puede comenzar por cualquiera de los circuitos, incluso por la Garganta del Diablo. Pero disponiendo del día completo -esto es lo mejor para aprovechar el paseo-, es aconsejable hacer por la mañana el Circuito Superior e Inferior y después la pasarela hasta Garganta, ya que prácticamente no posee sombra y por otro lado, a la tarde la posición del sol permite tomar las mejores fotografías del magnífico salto.



Para conocer las Cataratas desde Brasil, es necesario llegar al Centro de Visitantes en auto o en bus desde Foz do Iguaçu. Una vez arribado, se abona el ingreso de US$ 3,5 por persona con el que se obtiene acceso al Parque en bus especial y a las pasarelas. En el Centro hay sanitarios, tiendas de artesanías, cajeros automáticos para extraer dinero y exposiciones temporarias.



El recorrido en bus es amenizado por explicaciones del ecosistema del Parque en portugués, español e inglés. La primera parada, permite a los visitantes acceder al Macuco: después de un tramo en vehículos especiales acompañados de guías que enseñan acerca de la flora y la fauna de la mata atlántica brasilera, sigue una entretenida caminata que pasa por una catarata de 25 mt. de altura: el Salto Macuco, donde además es posible bañarse para apaciguar el intenso calor de los meses de verano. Hacia el final del sendero se toma el bote hasta los fantásticos saltos de las Cataratas. Este paseo completo cuesta unos US$ 35 pero realmente vale la pena, porque la sensación de ser parte de los saltos desde el agua es incomparable.



Retornando con el bus, se desciende en el comienzo del camino de las Cataratas para tener la vista más impactante: durante 1,2 km. con escaleras de dificultad media, hay diversos miradores que brindan la observación de diferentes saltos hasta llegar al principal: la Garganta del Diablo. La vista de las Cataratas desde el lado brasilero es más amplia, apreciándose el paisaje en todo su esplendor, mientras que del lado argentino es algo más parcial, con un recorrido más extenso.



Al final del trayecto del bus, Puerto Canoas cuenta con una infraestructura completa de tiendas de souvenirs, sanitarios, bar de comida rápida y restaurante. Las noches de luna llena se organizan cenas especiales en el restaurante, que por su ubicación privilegiada, permite una velada incomparable frente a la Garganta del Diablo naturalmente iluminada.





Tramo País Duración aproximada Grado de dificultad

Sendero Verde Argentina 20´ Baja

Circuito Superior Argentina 1 hora Baja

Circuito Inferior Argentina 2 horas Media (hasta Salto Bosetti) - Alta (hasta el acceso a Isla San Martín)

Isla San Martín Argentina 40´ Alta

Garganta del Diablo Argentina 45´ Baja

Macuco Brasil 1 hora Media



Las Cataratas del Iguazú fueron descubiertas en 1541 por Alvar Núñez Cabeza de Vaca; Iguazú significa Agua Grande en guaraní, la lengua de los primeros pobladores. Actualmente junto con una rica vegetación y una gran variedad de especies animales, conforman el Bosque Misionero en Argentina y la Mata Atlántica en Brasil. A pesar de esta coincidencia, ambos países trabajan en forma independiente, sin organizar actividades conjuntas que permitirían disfrutar más plenamente de un mismo espectáculo: las Cataratas.




Hasta hace no mucho tiempo, la infraestructura que presentaban las Cataratas a ambos lados del Río Iguazú era muy deficiente, muy por debajo de los estándares internacionales. Pero luego de la concesión a empresas privadas, los Parques ofrecen al visitante todas las comodidades y la seguridad necesarias para disfrutar plenamente de la belleza de las Cataratas del Iguazú: cómodos transportes, sanitarios adecuados, puestos de asistencia médica, bares con precios accesibles, grandes recorridos por pasarelas en contacto directo con las caídas de agua, trayectos en botes y una atención sumamente cordial por el personal tanto argentino como brasilero. También hay transportes especiales para personas con incapacidades físicas. Los Parques están habitados entre las 8 y las 18 hs. -aunque suelen cerrar a las 20 hs. durante el verano- y mantienen abierto hasta más tarde Puerto Canoas y la pasarela argentina a Garganta del Diablo las noches de luna llena.





En el año 1542, mientras realizaba una travesía desde el Océano Atlántico hasta Asunción del Paraguay, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, divisó las sorprendentes cataratas del río Iguazú y las bautizó como “Saltos de Santa María”, nombre que con el tiempo fue reemplazado por su primitiva denominación guaraní “Iguazú”, I: agua, Guazú: grande.



Por entonces la región era habitada por indígenas de la etnia Mbyá-Guaraní, quienes alrededor de 1609 comenzaron el vivir el proceso evangelizador protagonizado por los sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús, quienes desarrollaron en la región una experiencia única Latinoamérica: la conformación de un sistema reduccional que llegó a contar con 30 pueblos distribuidos en las regiones del Tapé y el Guayrá (actualmente sur de Brasil y Paraguay, toda la provincia argentina de Misiones y parte del norte de Corrientes).



Por diferencias políticas y económicas con la Corona de España los jesuitas fueron expulsados de la región en 1768. La zona de las cataratas pasó así al olvido hasta junio de 1881 -poco antes de la federalización de Misiones- momento en que la provincia de Corrientes, que ejercía la jurisdicción, vende 50 leguas cuadradas de tierras sobre los ríos Paraná, Iguazú y Urugua-í a Severo Fernández y Ernesto Arnadey. Éstos transfieren sus derechos en octubre de ese mismo año a Rafael Gallino quien vuelve a enajenarlos a favor de Gregorio Lezama.



En diciembre de 1881 Misiones se separa de Corrientes y en 1882 asume el primer gobernador Rudecindo Roca que divide el territorio en 5 departamentos. Uno de sus comandantes, Francisco Cruz, llega hasta la confluencia de los río Paraná y río Iguazú transportando una comisión científica alemana que busca tierras para colonizar. Esta expedición era costeada por Ledesma (propietario de las tierras de Iguazú) y dirigida por el explorador Carlos Bossetti. Entre los expedicionarios se encontraba también Jordan Hummell, que años más tarde organizaría el primer viaje turístico a las Cataratas. Así las cataratas son “descubiertas” nuevamente y vuelven a ser admiradas.






En 1888, Gregorio Lezama vende las "tierras del Iguazú" a Martín Erracaborde Cía.



El 20 de septiembre de 1895, el gobernador Balestra divide la provincia en 14 departamentos. El departamento de Iguazú pasa a integrar el departamento Frontera junto a Manuel Belgrano, Eldorado y parte de San Pedro.



El 19 de julio de 1897, se designa juez de paz de la incipiente población de Iguazú a Alberto Mugica. Para entonces, Jordan Hummell, acompañado de los señores Nuñez y Gibaja ya habían realizado una nueva incursión hasta las Cataratas del Iguazú, pero por el lado Brasileño, ya que el lado Argentino la selva era impenetrable. De ese viaje llevaron al gobierno su interés en promover la llegada de turistas.



Paseo Inferior: Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas (algunas fueron talladas en la misma roca) hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre. Rodeado por la exuberante selva podrá disfrutar de una hermosa visión de la parte inferior de los saltos. Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Álvar Núñez Cabeza de Vaca, llegará a un espléndido punto panorámico desde donde tendrá una primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se observa la isla San Martín y a su derecha el salto homónimo. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti. Si permanecemos largo tiempo terminaremos mojados, pues allí el vapor de agua producido por el choque del agua contra las rocas forma una tenue pero incesante lluvia. Descendiendo por el sendero hacia Punta Peligro podrá, si en ese momento se encuentra habilitado, navegar por el río Iguazú y cruzar a la isla San Martín. Ya de regreso se pasa por el salto Dos Hermanas, donde antes se podía gozar de un refrescante baño en la enorme pileta natural que se forma en su base, ya que ahora dicha actividad se encuentra prohibida.



Paseo Superior: Partiendo desde el mismo sitio antes mencionado, recorrerá, como el nombre del paseo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Verá prácticamente a sus pies despeñarse las turbulentas aguas. De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti, el Chico, que serán un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo. En este sitio, donde el agua cae desde aproximadamente 70 metros de altura, nos sorprenderá el ensordecedor bramar del agua, permanentemente cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el choque del agua con las rocas.



Garganta del Diablo: Se accede a través del Tren de las Cataratas, descendiendo en la Estación Garganta del Diablo. A partir de allí se realiza una caminata por la nueva pasarela, que serpenteando entre las islas, recorre 1.100 metros hasta los amplios balcones ubicados junto al borde y frente de la Garganta del Diablo. La duración de este paseo es de 2 horas y el último tren parte a las 16:30 hs.



Isla San Martín: es posible llegar a través del servicio de botes que salen desde el circuito inferior. Desde aquí podrán observar una vista panorámica de la Garganta del Diablo, de la Ventana, y del salto San Martín.



Sendero Macuco: este sendero de treking es una de las salidas tradicionales para los amantes de la observación de la naturaleza. Una antigua picada de extracción forestal de 3.600 metros de longitud por ambiente selvático. Este sendero permite acceder a una cascada de 20 metros en plena selva. Es una oportunidad para conocer selva, y avistar macucos, monos ulladores, coatíes, pavas de monte, un sinfín de insectos y ocasionalmente víboras de coral.



Cabe recordar que dentro del parque se encuentra el hotel Sheraton, antiguamente Internacional Iguazú, que cuenta con una vista panorámica de la Garaganta del Diablo y de los saltos brasileros.



En 1984 el sector argentino de las Cataratas, el Parque Nacional Iguazú, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Posteriormente en 1986, el sector de Brasil, que se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu, también fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Las cataratas lindan con Argentina y Brasil, y están a pocos kilómetros de la triple frontera con Paraguay.



Cerca de las Cataratas, se encuentra Puerto Iguazú, en la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná, Las cataratas son el principal centro turístico del noreste de Argentina, y uno de los principales de todo el país.


No hay comentarios: