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Empatía,... comprensión y simpatía.


Espero que este vídeo sobre Brasil incorpore y perpetúe esa simpatía que emana de sus gentes, esa armonía que empapa el arcoíris con sus ardientes colores, ese ímpetu y alegría de su ritmo y de su música... para completar y dibujar la fisonomía de este enorme país y de sus gentes,  a quien ponga su alma y sus pies en esta tierra inmensa... así como añada comprensión y comunión entre todos.

La empatía es la identificación mental y afectada de una persona (por ejemplo la de mi hijo Ricardo) con el estado de ánimo de otra (por ejemplo la de su/sus compañeros de vivencias y acogida en Ilha Solteira de la UNESP).

De hecho en las conferencias por Skype que nos hacemos contándonos sus experiencias, aparece muchas veces este concepto, al sacar conclusiones de su vivencia poniéndose en el pellejo de sus compañeros nativos brasileños o de otros países, clarificando así su manera de pensar, de sentir, de vivir y de convivir.

Es una tarea esta la de enjuiciar con empatía que resulta de mucho peso y poso para la persona que lo hace, ya que te obliga a reaccionar como si tú fueras el otro y por tanto te sales de tu piel y te pones en el de enfrente, comprobando sus emociones, y el motivo de sus decisiones.

También se la conoce como “inteligencia interpersonal”, al ser lo que un individuo diferente puede percibir.

La empatía, por tanto, señala la actitud de un sujeto hacia otro, a través de los sentimientos de aquel.

Es excluyente a la “simpatía y/o antipatía”, por eso la “empatía” la utilizan los psicólogos en su tarea profesional.

Además se diferencia del “contagio emocional”, ya que éste aparece cuando una persona experimenta el mismo estado afectivo que otra “sin conservar ninguna distancia”.

La empatía describe la “capacidad intelectiva” de una persona para vivenciar la manera en que siente otro individuo.

Es la mejor manera para comprender el comportamiento del otro o su forma de tomar decisiones. Se trata por tanto, de la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y respondiendo correctamente a sus reacciones emocionales.


Las personas con “empatía” son capaces de “escuchar” a los demas y de entender sus problemas y motivaciones.

Este concepto es distinto a la “simpatía” que significa “comunidad de sentimientos” y que existe entre dos o más personas.

Por lo general, la simpatía es “mutua” y nace de manera espontánea.

Sin embargo, es posible que con el correr del tiempo, el hecho de conocer más a otra persona haga nacer una simpatía que, en principio, no existía.

La compañía te permite utilizar la empatía para poner a disposición del otro tu simpatía y disfrutar muchísimo más de la compañía de tus congéneres, al comprender sus reacciones, mejorando la convivencia y comprobando la valía de las personas con las que tratas y convives...

Estas tres palabras, empatía, comprensión y simpatía, dan vida y fuerza a este apartado, donde la sonrisa, la aceptación, el compromiso, el esfuerzo, el amor y comprensión por las cosas, por el otro y por la naturaleza se ponen de manifiesto.

Y desde este balcón agradezco la simpatía y compañía que está recibiendo mi hijo en este país inmenso, tanto en extensión, como en el tamaño del corazón de sus habitantes.

La empatía es una destreza básica de la comunicación interpersonal, ella permite un entendimiento sólido entre dos personas, en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un dialogo.


Esta habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura.

Uno de los elementos clave que forma la inteligencia emocional, es la empatía, la cual pertenece al dominio interpersonal.

La empatía es el rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas

El ser humano no puede acercarse a la verdad a través de ninguna organización, ningún credo, sacerdote, o ritual, ni a través de alguna técnica filosófica.


Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación, y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva.

El hombre ha construido en sí mismo imágenes (religiosas, políticas, personales) como una valla de seguridad.

Estas se manifiestan como símbolos, ideas, creencias.

La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria.

El hombre posee una cualidad única que le aventaja sobre las demás criaturas: el lenguaje -hablado y escrito- que le permite transmitir sus experiencias y recibir información de otros.

El cerebro humano ha desarrollado mecanismos capaces de procesar, memorizar y reproducir información. Esta habilidad ha contribuido grandemente a la evolución del ser humano y ha acelerado el sistema de aprendizaje, pero...”Sólo se sabe lo que se experimenta”.

La información no es más que un sistema de referencias que sólo puede resultar de gran ayuda en el análisis y asimilación de nuestras propias vivencias, pero que no es, en sí mismo, una fuente de sabiduría.

Estas reflexiones, las publico en este blog en honor a los brasileños en general y a mi hijo Ricardo en particular, que está trabajando durante este verano del 2010 en la facultad de ingeniería de Ilha Solteira en el estado de Sao Paulo, aumentando y construyendo su interior, como hombre, como universitario, como compañero, … y en definitiva como persona.





Veo árboles verdes y rosas rojas;
Las veo florecer por ti y por mí,
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
Veo cielos azules y nubes blancas;
El día luminoso y bendito, la noche oscura y sagrada,
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
Los colores del arco iris, tan bonitos en el cielo,
También están en el rostro de la gente que pasa;
Veo a amigos que se dan la mano y se dicen: "¿Cómo estás?"
En realidad se dicen: "Te quiero."
Oigo llorar a los recién nacidos; los veo crecer.
Aprenderán mucho más de lo que yo llegaré a saber.
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
...


Felicidades Ricardo, por ser como eres...

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