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Guarajá,... perla y paraíso.







La región donde actualmente se levanta el municipio de Guarujá ha tenido presencia humana desde hace siglos, a modo de ejemplo se puede citar a quienes habitaron luego de la Era Glacial y que estaban dedicados a la recolección de moluscos, mejillones y otros frutos del mar. Más tarde se incorporaría la agricultura y otras formas de sustento para las comunidades que allí se fueron instalando, desde indios hasta conquistadores.



El primer grupo de europeos que puso pie en la isla arribó el 22 de enero del año 1502. Dada la geografía de esta porción de tierra los colonizadores portugueses no la consideraron interesante y se instalaron en islas vecinas. No obstante, con el paso de los años, algunos colonizadores terminaron instalándose en Guarujá y se dedicaron a la agricultura y a la pesca, además de recibir a diversos navíos que pasaban por la zona.





En el año 1543, cuando se produjo la primera división territorial de Brasil, toda la región pasó a llamarse Capitanía de Santo Amaro y quedó en manos de Pero Lopes de Sousa, gracias a que su hermano (Martim Afonso de Sousa) se la concedió. Durante muchos años la isla no logró un desarrollo importante, situación que comenzó a cambiar durante los últimos años del siglo XIX con el surgimiento del turismo.

…se recomienda visitar esta zona de Brasil en los meses correspondientes al verano de ese país, es decir, desde diciembre hasta abril aproximadamente. El resto del año es común la presencia de lluvias que pueden llegar a complicar ciertas actividades.




Actualmente Guarujá es considerada la “perla del Atlántico”. Se trata de la tercera isla mayor del litoral de San Pablo, que cuenta con un gran número de atractivos naturales donde se destacan sus playas, algunas de las cuales son urbanas y otras aún permanecen como “salvajes” y sólo se puede acceder a ellas transitando por pequeños senderos.

La isla de Guaruja también posee construcciones históricas y sectores dedicados al ecoturismo. Otra opción para los turistas que llegan hasta esta región de Brasil es la pesca artesanal.

Merece especial destaque la popularización del uso de la bicicleta como medio de transporte, una alternativa más que interesante para disfrutar al máximo de este bello municipio. De más está decir que están disponibles los transportes habituales y se rentan vehículos de todo tipo.

La oferta en materia de hospedaje, gastronomía y diversión es muy amplia, cubriendo todos los tipos de presupuesto. A la hora de comer, no se puede dejar de lado a los productos del mar.





Guarujá es una isla conectada a través de puentes con la ciudad y con el puerto de Santos (13 km). Es una gran ciudad balnearia, con shoppings, cines, discos, supermercados, buenos restaurantes, bares, vida nocturna, etc.

Las playas más procuradas son Enseada y Pernambuco, pero hay muchas otras con características más agrestes, incluso con aldeas de pescadores.


Es un destino ideal para baja temporada, ya que en la alta su cercanía con São Paulo la hacen explotar y a veces los servicios no dan abasto.



Su mayor atracción es el Acuario Acqua Mundo, considerado el mayor de Sudamérica (Av. Miguel Stefano 2001, Praia de Enseada).En la playa de Enseada, hay una ciclovía y kioskos de playa entre algunos cocoteros.

Se puede bucear en algunos lugares, pero el mejor lugar es el Parque Estadual Marino de Laje de Santos.





Considerado uno de los balnearios más concurridos del litoral central de Brasil, Guarujá es una isla ubicada en el estado de Sao Paulo.

Cada verano, miles de paulistas y turistas de todo el mundo llegan a las playas de Guarujá en busca de mar y diversión. Con una población estable de algo más de trescientos mil habitantes, esta ciudad balnearia ofrece amplias playas y todos los ofrecimientos de una gran urbe.





Lejos está Guarujá de cumplir ese rol de isla virgen o desolada. Restaurantes, pubs y discotecas hacen que este sitio sea muy visitado por gran cantidad de jóvenes de Brasil y el mundo. Los shoppings también parecen haberse reproducido en este lugar. En alguna oportunidad y debido a sus características físicas, alguien ha dicho que "Guarujá es la Río de Janeiro paulista".



Debido a su proximidad a las ciudades de Sao Paulo y Santos, Guarujá cuenta con un nutrido turismo internacional cada año. Sin embargo, esta isla también ofrece un menú de playas poco habitadas. Arenas blancas, sierras verdes y ese mar azul típico de las costas centrales del Brasil hacen de Guarujá un lugar paradisíaco.

Para aquellos amantes de la vida marina, Guarujá cuenta con el acuario artificial más grande de América del Sur. Al margen de este aporte del hombre, esta isla paulista ofrece decenas de sectores exclusivos para el buceo.



Guarujá es recomendado para visitar en temporada baja. Sus bellezas naturales y su oferta nocturna lo tornan superpoblado durante los meses de verano. Más teniendo en cuenta su proximidad a la ciudad de Sao Paulo, una de las más habitadas del mundo.

Las características de un gran centro urbano sumado a las bellezas naturales hacen de Guarujá un balneario óptimo para conjugar playas, sierras y vida nocturna.

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