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Amazonía,... Brasil y Prehistoria


Las tierras de la región amazónica, están bañadas por el río Amazonas y sus más de mil afluentes.

La Amazonia llega a los seis millones de km² y constituye la selva tropical más extensa del mundo.

Su área representa aproximadamente el 44% de América del Sur y el 33% de las florestas tropicales del mundo, concentrando la mayor diversidad biológica del planeta.

Toda la fauna de la selva tropical húmeda sudamericana está presente en la selva amazónica.


Existen en ella innumerables especies de plantas todavía sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios y millones de insectos.

Tres de los principales afluentes del Amazonas, recorren más de 1.000 Km y ocho de ellos poseen en volumen de agua el equivalente a los ocho ríos más largos del mundo, incluyendo el Congo, el Yangtse Kiang, el Ganges y el Mississipi.

Esta característica hidrográfica facilitó el desarrollo y la implantación de las poblaciones humanas en el interior de las tierras y en la actualidad constituye la vitalidad del denominado “pulmón del mundo”.


La Amazonia es quizá una de las regiones donde más han perdurado los pueblos indoamericanos.

Estos pueblos han desarrollado y asimilado la evolución del medio ambiente, sacando provecho de pequeñas áreas selváticas en cultivos no permanentes, que una vez abandonados reconstituyen el bosque originario.

Como en la mayor parte de las comunidades indígenas americanas, en las comunidades amazónicas la percepción de mundos complementarios es evidente: existe el mundo visible, y otro bajo la tierra y en el cielo.

La cotidianidad terrenal se mezcla con la del más allá y los vivos conviven con los dioses y con los antepasados.

La selva les ofrece los recursos naturales necesarios para sus ceremonias y rituales, dotándoles de materiales muy diversos para sus objetos; como piedras preciosas, plumas de ave, conchas marinas, pigmentos para maquillar sus cuerpos y plantas medicinales o tabaco, asociados al poder y otros valores simbólicos.

La producción artística, así como sus construcciones ceremoniales, están realizadas con materiales perecederos, como las fibras vegetales, las cáscaras de frutas, la madera o el barro.

El uso de este tipo de elementos ha imposibilitado su conservación y registro arqueológico.

La cuenca amazónica ocupa un inmenso territorio de 6.120.000 Km, que equivale a una tercera parte de la América Meridional.

Gran parte de la cuenca pertenece a Brasil y, en menor escala, a Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana francesa, Surinam y Guyana.

La red fluvial se calcula en unos 80.000 Km, de los cuales 14.000 son navegables por barcos de gran calado y unos 40.000 por pequeños barcos de motor.

El clima cálido (con temperaturas entre 25 y 37 grados), y húmedo (con curvas de humedad entre el 80 y el60 por ciento) favorecen la evolución de una selva tropical espesa y densa.

Cubierta por este manto de selva,la cuenca, vista desde el aire, parece impenetrable.

En el año 1500 Vicente Yañez Pinzón se sorprendió al encontrar lejos de la costa brasileña agua dulce, lo que hacía suponer la existencia de un río.

Cuarenta años después, Francisco Pizarro nombra a su hermano Gonzalo gobernador de Quito, confiándole el proyecto de explorar las tierras al este de dicha ciudad, al otro lado de la cordillera de los Andes.

Pizarro llega a un acuerdo con su primo Francisco de Orellana, fundador de Guayaquil, para llevar a cabo la empresa conjuntamente.

Después de tres meses de preparativos, el 18 de febrero de 1541, Pizarro emprende el camino con unaenorme expedición.

Al cabo de un mes, ha perdido todos sus caballos y sólo le quedan veintiún hombres.

Orellana prepara una nueva expedición algunos meses más tarde, relatada por P.Gaspar de Carvajal: bajanel río y empiezan a encontrar dificultades, así que construyen un nuevo bergantín y sin saberlo, llegan a la confluencia del Napo con el Amazonas, el 11 de febrero 1542.

Encuentran buena acogida y comida abundante. Cruzan la región más poblada de la Amazonia hasta entonces, Machiparo. Pasada ladesembocadura del Caquetá, llegan a un río del color de la tinta, al que llamaron Río Negro.

El 24 de junio de1542, tiene lugar el memorable encuentro con “Las Amazonas”, que dará pie a futuros sueños y quimeras. A mediados de julio, la expedición llega a la Isla de Marajó y finalmente, salen al Atlántico el 26 de agosto

El fin de la prehistoria en Brasil, corresponde al año 1500 a. C. Los vestigios de una presencia humana en la región amazónica han llamado la atención y han suscitado diversas hipótesis a lo largo de los siglos.

Sin embargo el interés de los especialistas brasileños y extranjeros respecto a estos vestigios es muyreciente.

Se han descubierto huesos y objetos de piedra; se desenterraron vasijas decoradas y sin decorar; se encontraron pinturas parietales con representaciones de animales y signos varios, tanto al aire libre como en grutas y cavernas.

A pesar de que los vestigios de cerámica son predominantes, éstos no se distinguen por sus cualidades estéticas, a excepción de algunas piezas descubiertas a lo largo del Amazonas, que rara vez están completas o presentan una decoración deteriorada.

Al parecer, la población no era muy densa en la Amazonia, ni en las mesetas ni a lo largo de la costa atlántica.

Se trataba de grupos familiares cuya subsistencia dependía de la caza y la recogida de raíces, semillas y bayas del bosque, en ocasiones acompañados de pescado y moluscos de río, y se instalaban preferentemente en lugares ricos en recursos alimenticios.

Vivían en simples campamentos desprovistos de una estructura política bien definida.

Los vestigios más remotos datan de 48.000 años atrás, y fueron descubiertos en el sudoeste de Piaui.

De la misma manera, entre la meseta y el mar, del Río Grande del Sul hasta Espirito Santo se ha descubierto una economía particular, caracterizada por pilas de desechos conocidas desde la época colonial bajo el nombre de sambaquis (pilas de conchas).

Los utensilios de piedra bien trabajados, como los proyectiles puntiagudos que se utilizaban para la caza, son los vestigios más significativos de una tecnología aparentemente rudimentaria.

Estos utensilios fuerondescubiertos en el norte del Mato Grosso y de la Rondônia, y en el sur del Estado de Pará.

Las urnas de la Amazonia se caracterizan por el hecho que la cabeza del personaje es móvil y constituye latapa del recipiente.Los datos arqueológicos recogidos hasta hoy revelan, sin embargo, que mucho antes de la llegada de loseuropeos, grupos de diferentes culturas recorrieron la Amazonia tras llegar a ella mediante diversos medios.

Al llegar a Brasil, los portugueses encontraron una población poco densa y poco desarrollada, lo cual norepresentó ninguna amenaza para sus propósitos coloniales.

La población nativa se convirtió en mano deobra para los europeos que venían a instalarse en el Nuevo Mundo.



Isla de Marajó…
Los habitantes de esta isla se asentaron originalmente cerca del río, donde las tierras eran más fértiles para el cultivo de tubérculos.
Las primeras ocupaciones datan del año 1100 a.C., prolongándose la fase marajoarahasta el año 1350 d.C., momento en el que aparecen otras culturas dominantes en la zona.
Sus casas estaban hechas de barro y madera, los suelos se cubrían de arcilla blanca y los techos se realizaban con paja.
Eran de gran tamaño, ya que vivían varias familias.
Se organizaban en cacicazgos, con un desarrollo político y religioso complejo.
De sus objetos rituales, nos han llegado las pipas tubulares, con las que consumían tabaco, y las pintaderas (sellos de arcilla de tamaños y formas diversas con motivos decorativos) que utilizaban para maquillar sus cuerpos.
Su cerámica se distingue por estar ricamente ornamentada. Las decoraciones estaban grabadas, modeladas o pintadas. De su producción destacan las enormes vasijas con figuras humanas que servían de urnas funerarias, algunas de ellas con tapa a modo de cabeza humana.
El tamaño de la pieza variaba, ya que enalgunos casos se introducía al difunto dentro a presión y en otros sólo sus huesos pintados de color rojo.
Se distinguen dos estilos: uno con base de color rojo y otro con base blanca.
El primero de base roja presenta formas sencillas pero diseños más complejos, con formas naturales como lagartos y figuras humanas rodeados de dibujos en espiral y escalonados de doble línea.
El segundo de base blanca, mayormente destinado al culto religioso como las urnas, incluye delicados diseños lineales que a través de la incisión dejan ver la arcilla roja del objeto.


Santarém…
En la cuenca del Amazonas se desarrolló la cultura Santarém.
Sus habitantes se organizaban en pequeños núcleos familiares que se asentaban en las orillas inundables del río o en los abrigos rocosos.
En su alimentación destaca el consumo de pescado, tortugas y conchas.
De su vida religiosa destaca el culto a los antepasados, así como la costumbre de incinerar a sus muertos y consumir las cenizas.
La cerámica de Santarém es una de las más antiguas de América (la Amazonia Precolombina data aproximadamente de 5500 aC).
Las producciones cerámicas de esta zona se definen como tapajoense o tapajoara (portugués).
En un principio, las formas de los recipientes eran sencillas y pocas veces las decoraban.
Al no estar muy bien cocidas eran frágiles.
Posteriormente, destacaron unos vasos alargados de los que salían apéndices con formas animales o de seres míticos.
La arcilla amazónica es, por lo general, rojiza debido a la alta cantidad de óxido de hierro.
Los desengrasantes o antiplásticos son sustancias que se mezclan con la arcilla para darle más elasticidad y evitar que se rompa durante la cocción.
Habitualmente se usaban arenillas, restos de cerámica triturada, minerales en polvo, huesos de animales molidos, carbón, ceniza e incluso excrementos.

1 comentario:

Bárbara dijo...

Muchas gracias por la información, está buenísima